Not known Facts About ¿Qué significa el diablo en el Tarot?
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Las cadenas: A menudo, dos figuras humanas aparecen encadenadas a la figura central, representando la esclavitud a los deseos materiales o las pasiones que nos controlan.
El Diablo es el anti-hermafrodita, el opuesto al hombre realizado. Adán y Eva están encadenados a él porque sus deseos y apetitos los han hecho esclavos del mal. Tras ellos, crecen las aguas del Diluvio: la furia divina ante aquellos que se alejan de la bondad y de lo correcto.
La carta del diablo es una carta de tarot que representa la representación de la parte más oscura de la personalidad de uno mismo. Esta carta generalmente se asocia con la codicia, el abuso de poder, el Moiísmo, la manipulación y el deseo de controlar a los demás. Esta carta también puede indicar que la persona está siendo tentada a tomar un camino equivocado.
El Diablo en el Tarot a menudo se representa como una figura satírica con cuernos, a veces parecido a Baphomet, que es una figura que simboliza la dualidad y el equilibrio entre opuestos. Esta imagen destaca la naturaleza animal y básica del ser humano.
Las cadenas que los unen no son físicas, sino que simbolizan la dependencia emocional o el apego a situaciones o relaciones tóxicas.
La carta El Diablo tiene una historia rica y variada, marcada por cambios culturales y espirituales a lo largo de los siglos. Originalmente, en los primeros mazos de tarot, esta carta no 10ía la connotación negativa que a menudo se le atribuye hoy.
Busque el equilibrio: Recuerde que cada carta del tarot, incluyendo El Diablo, representa un espectro de posibilidades y debe ser equilibrada con otras perspectivas.
El Diablo también puede simbolizar la exploración de la "sombra" dentro del yo, aquellas partes de nuestra psique que normalmente view publisher site reprimimos o ignoramos. Puede ser un llamado para enfrentar estas áreas oscuras y reconocer los aspectos menos atractivos de nuestra personalidad y vida.
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La carta de El Diablo en el tarot es una de las más complejas y multifacéticas, ofreciendo un amplio espectro de interpretaciones. En la práctica del tarot, El Diablo es frecuentemente entendida como una representación de las ataduras y limitaciones personales.
Supone la ausencia de deseo o de atraer a los demás, se está en un periodo en el que no apetece estar con nadie y se busca más la reflexión y la soledad. Hay que respetarlo.
El Diablo nos enfrenta a nuestras sombras, aspectos de nosotros mismos que preferiríamos ignorar. Esto no necesariamente implica la condena o un mal absoluto, sino más bien una invitación a reconocer y confrontar estas partes oscuras. El simbolismo de esta carta en el tarot puede ser visto como un espejo que refleja nuestras luchas internas, instándonos a no solo aceptar, sino a entender nuestras debilidades.
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El Diablo invertido puede sugerir que una relación que antes estaba dominada por la obsesión o el deseo descontrolado está alcanzando un estado de equilibrio.